Corpus

Aforo limitado a 25 personas

Corpus propone el encuentro entre una pieza escultórica, un manipulador de objetos y un músico. Corpus es también un viaje entre un hombre y su forma, un diálogo imposible deshaciendo las horas de una vida, retrocediendo caminos, empequeñeciendo para desaparecer de nuevo, con el deseo de que el silencio y la quietud desplieguen su elocuencia.

El autor describe su obra como un ritual que casi recuerda al ikebana, un arte decorativo floral japonés donde además de existir una cuestión decorativa, se expresa una consideración y equilibrio armonioso con la naturaleza. Un planteamiento escénico circular donde el espectador solo tiene que sentarse y entrar libremente en el espacio que se ha generado en torno al cuerpo y su diálogo con el resto de cuerpos y su composición natural.