Fundada en 1981 en la Vall d’Albaida (Valencia), nace con el objetivo de explorar nuevos caminos expresivos en las técnicas y manipulación de títeres. La trayectoria de Bambalina se podría definir como una continua búsqueda de la identidad del títere. Lo confirma la experimentación y aprendizaje de diferentes técnicas de manipulación en sus primeros años (guante, varillas, hilos, máscaras…), así como los distintos materiales empleados en su diseño y construcción. Sin duda, será la técnica bunrakula más desarrollada y personalizada, convirtiéndose en uno de los rasgos más reconocibles de su teatro. La convivencia escénica del manipulador y títere complejiza la identidad de uno y otro, provocando un conflicto esencialmente teatral.
Destaca, por otro lado, su revisión de las vanguardias artísticas del siglo XX en el ámbito del títere como Manuel de Falla, García Lorca, Alfred Jarry, o de la música como Strawinsky o Erik Satie. De esta tradición parece provenir la idea de que cualquier objeto pueda convertirse en un títere o que el mismo títere sea un vehículo ideal para la abstracción. En este sentido, no es casual que Bambalina lo haya puesto en contacto con otras disciplinas caracterizadas por su abstracción como la música o la danza. En algunas de sus obras, ya no se pretende representar, sino crear un universo propio a partir de objetos o materiales de uso común que adquieren con su manipulación una vida inesperada y sorprendente.
Todo este proceso de búsqueda se ha ido aplicando progresivamente también en los espectáculos destinados a un público infantil. Ofreciendo lecturas escénicas innovadoras a partir de referentes habituales en este tipo de trabajos como Saint Exupéry, Carlo Collodi, Antoine Gallard, Michael Ende, Oscar Wilde, Lewis Carroll, Edmond Rostand o Víctor Hugo. Es así como, en su deseo de legitimización del títere dentro de las artes escénicas, Bambalina han conseguido, además, diluir la convención de espectáculos con destinatarios diferentes dependiendo de la edad.
En su afán por regenerar y dignificar esta modalidad artística crean la Mostra de Titelles a la Vall d’Albaida(1985) y el Museo Internacional de Títeres de Albaida(1997), dos iniciativas que han significado un revulsivo cultural para la comarca y se han convertido en un punto de referencia internacional.
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